Reiki
La palabra Reiki significa Energía Vital Universal .
La sílaba Rei describe el aspecto universal e ilimitado de
esta energía, mientras que Ki es la fuerza energética vital que fluye a través de todos los seres vivos.
Muchas razas, culturas y religiones han sido siempre consecuentes
en la existencia de una energia que corresponde al significado Ki.
Ki
Para entender este concepto de origen chino-japonés es preciso
conocer la idea que estos pueblos tienen del Universo y del hombre, cuyos lazos de intercomunicación e interacción constituyen
una sutil energía a la que dan el nombre de ki (energía vital de las interacciones).
Ki en japonés significa: corazón,
éter, aliento, soplo, vapor, temperamento, etc., pero en general se refiere al fluido vital o energía que emana de la fuente
universal para dar vida a todo lo existente.
EL ideograma con el que se identifica este concepto se compone de dos
signos: La parte superior representa el vapor, el éter, como sinónimo de la energía o espíritu que vivifica la creación
entera. La parte inferior representa un grano de arroz separado de su espiga, como sinónimo de alimento.
El significado
simbólico que se atribuye a este ideograma se refiere a la "energía inicial manifestada", ya sea de origen espiritual o material.
EL
ki es una energía dinámica, constante y universal, se encuentra en todas partes en continuo flujo, animando todo lo existente
y manifestándose de infinitas maneras.
Los hombres de todas las épocas, desde la más remota antigüedad,
han intentado conocer y definir esta energía vivificadora, y así:
- Los egipcios la conocían como "el flujo de vida". - Para
los hindúes es el prana, que se halla en todas partes y todo lo penetra. - Hipócrates ya intuía la existencia de una fuerza
vital, a la que dio el nombre de "natura conservatrix y medíatrix". - Los árabes la citan con el nombre de Ruh, y los hebreos
le dan el nombre de Ruah. - Para los romanos era el Aura.
Según la física moderna, todo cuanto existe en el
universo, incluido el hombre, está constituido de una misma sustancia o energía, que se manifiesta de múltiples maneras e
innumerables grados de concentración. EL mismo Einstein demostró la identidad sustancia entre materia y energía, así como
la posibilidad de transformar la una en la otra.
Cuando los órganos de captación y asimilación del hombre están bien
dispuestos para ello, la cantidad de esta energía que recibe es inagotable, mediante un flujo constante e ininterrumpido,
de tal modo que percibir correctamente el ki, se traduce en una sensación permanente de energía, resistencia, decisión, etcétera.
Nota: Recapitulación de trabajo publicado por
José Santos Nalda
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